Corea del Norte anunció el viernes el próximo lanzamiento de un cohete para poner en órbita un
satélite de uso civil pero que según
Corea del Sur y Estados Unidos será un nuevo un
ensayo encubierto de misil balístico, en abierta violación de resoluciones de la
ONU. El régimen comunista del excelentisimo
Pyongyang hizo el anuncio
dos semanas después de haber
aceptado suspender sus ensayos nucleares y de misiles, así como sus actividades de enriquecimiento de uranio, a cambio de
240.000 toneladas de ayuda alimentaria de
Estados Unidos. El lanzamiento se llevará a cabo entre el
12 y 16 de abril, para conmemorar el centenario del nacimiento del fundador del régimen,
Kim Il-sung.
El anuncio puso en guardia a
Estados Unidos, que tiene tropas desplegadas en la península desde la
Guerra de Corea (1950-1953).
"El anuncio de Corea del Norte de que planea llevar a cabo un lanzamiento de misiles en abierta violación de sus obligaciones internacionales es sumamente provocador”, afirmó la portavoz del Departamento de Estado,
Victoria Nuland.“
Ese lanzamiento de misil pondría en peligro la seguridad regional y estaría en contradicción con el reciente compromiso norcoreano de abstenerse de lanzamientos de misiles de largo alcance” .
Nuland recordó que “l
as resoluciones 1718 y 1874 del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben de manera clara e inequívoca a Corea del Norte llevar a cabo lanzamientos con tecnología de misiles balísticos”.Corea del Sur también urgió a su vecino a “
detener inmediatamente esta provocación y a acatar sus obligaciones internacionales”, en un comunicado emitido por la cancillería en
Seúl.
Japón consideró que el anuncio norcoreano “
es una violación de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, poco importa “
que se trate de un satélite o de un misil balístico”.
Igualmente, el
ministerio ruso de Relaciones Exteriores manifestó su “
seria preocupación” por los

planes norcoreanos.
China, principal soporte económico de
Corea del Norte, se limitó por su lado a llamar a todas las partes a “
desempeñar un papel constructivo” en el mantenimiento de
la paz regional.
Corea del Norte y Estados Unidos habían llegado el
29 de febrero a un inesperado acuerdo que preveía la suspensión de lanzamientos de misiles y actividades nucleares por parte de
Corea del Norte a cambio de ayuda alimentaria para ese paupérrimo país. Ese acuerdo había generado expectativas de apaciguamiento de las tensiones regionales tras el ascenso de
Kim Jong-un, tercer representante de la “
dinastía comunista” de los
Kim que dirige
Corea del Norte desde el fin de la
Segunda Guerra Mundial.
KCNA precisó que el cohete, apodado Kwangmyongsong-3, será un lanzador de tipo Unha-3, de fabricación norcoreana, y que el satélite de observación terrestre que debería poner en órbita será necesario para el desarrollo económico del país. Aclaró además que la misión seguirá “una órbita de vuelo segura” para que los restos que se desprendan del cohete tras el lanzamiento “no afecten a los países vecinos”. Los Unha-3 son conocidos fuera de Corea del Norte como Taepodong-3 y tienen en teoría la capacidad de alcanzar territorio estadounidense, según Baek Seung-Joo, especialista del Instituto de Análisis de Defensa de Corea del Sur.
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