Un meteorito extremadamente raro cayó a través del techo de una casa de campo, situada en una parcela de Rodelokka centro de Oslo. El meteorito provocó un agujero en el techo de la casa. El propietario de la casa, Rune Thomassen, dijo que la pieza de meteorito era tan grande como una bola de nieve, y tan pesado como una piedra de regular en su tamaño. El experto en astrobiología y geofísica Hans Amundsen cree que es un meteorito muy raro, ya que contiene fragmentos de muchos diferentes tipos de rocas que se cementan juntos.
El descubrimiento del meteorito de unos 585 gramos despertó de inmediato el interés de la comunidad científica del país, más aún tras ser confirmada este lunes su categoría de objeto del espacio exterior por el astrofísico de la Universidad de Oslo, Knut Jorgen Roed Odegaard.
"Esto es casi imposible de encontrar. Yo apenas lo puedo creer. Es único", dijo el experto al reconocer como teoría más probable que la roca se originara a partir de un cuerpo fugaz mayor, descrito por numerosos observadores el 1 de marzo.
Buscamos los fragmentos en todo el país y los venimos a encontrar aquí en Oslo, dijo Odegaard, quien es considerado el promotor más entusiasta de la astronomía en la nación escandinava. Se puede saber que la roca proviene del espacio debido a la corteza quemada de la piedra y la forma áspera y poco común de su textura. Sólo 14 meteoritos se han encontrado en Noruega desde 1848, el anterior cayó en 2006 en la localidad de Moss, al sur de la capital del Estado nórdico. La piedra de 585 gramos, que se partió en dos, aparentemente se separó de un meteorito que fue observado sobre Noruega el 1 de marzo pasado, según los especialistas, y aterrizó en el chalet, que entonces estaba desocupado, del jardín de la familia Thomassen en un barrio popular de la capital noruega.
Este objeto fue identificado como una brecha, una piedra formada por diversos fragmentos de rocas
"Es sensacional en más de un sentido. En primer lugar, porque es rarísimo que un trozo de meteorito atraviese un techo, y en segundo lugar, porque se trata de una brecha, que es todavía más difícil de encontrar", declaró Anne Mette Sannes. Los meteoritos, que se desplazan muy rápidamente, se fragmentan cuando entran en la atmósfera, pero es rarísimo que los trozos caigan en zonas habitadas, de acuerdo con Serge Koutchmy, un investigador del Instituto de Astrofísica de París.
"Esta familia tuvo mucha suerte", dijo Koutchmy. "Primero porque el trozo de meteorito no causó grandes daños, pero también porque eso representa una pequeña fortuna", explicó.
El gramo de un meteorito procedente de Marte puede venderse por unas 5 mil coronas (cerca de 670 euros), según un geofísico citado.
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