
El último terremoto de gran intensidad destruyó en diciembre de 2006 gran parte de la histórica ciudad de Bam, en el este del país, y mató a más de 31 mil personas, una cuarta parte de la población de esta ciudad medieval.
El más dañino ocurrió, no obstante, en junio 1990 en las provincias noroccidentales de Zanjan y Gilan, donde un sismo de 7.7 grados en la escala abierta de Richter mató a 37 mil personas y destruyó 27 ciudades y casi dos mil poblaciones. Teherán está edificada en una de las zonas más críticas de la citada falla.
Expertos vaticinan que la capital iraní, en la que viven cerca de 14 millones de habitantes, podría sufrir un importante terremoto en el futuro. El último temblor de magnitud ocurrido en el sur de Irán ocurrió en 2008, fue de 6.1 grados en la escala abierta de Richter, y segó la vida de siete personas en el puerto meridional de Bandar Abbas y la vecina isla de Qeshm.
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