Este fin de semana, una erupción volcánica del Tungurahua causó una fuerte explosión, que envió grava hasta la localidad de Pillate, Ecuador. La explosión, que se caracterizó por sonar como el disparo de un cañón, fue seguida mas tarde por un ligero temblor y una pulsación constante de "
alta energía", según el informe del
Instituto de la Escuela Politécnica Nacional, que no pueden determinar su estado actual debido a la nubosidad acumulada en la cumbre. La mayoría de las observaciones directas se realizan desde el
Observatorio Guadalupe, que es el mas cercano a la cima. El
Tungurahua, ubicado en la
Cordillera de los Andes en Ecuador, mide unos
5.016 metros, y sus erupciones se iniciaron en el año
1999. Desde entonces, el volcán ha tenido periodos de calma, y como ahora, de violenta actividad. El mundo hispano, que esta pendiente ahora mismo del volcán
Popocatépelt, también tiene bajo estrecha vigilancia a este volcán ecuatoriano.
Javier Mallorga, director del
Comité de Operaciones Emergentes (
COE) en la localidad de
Pelileo, cercana al volcán, señaló que se ha activado "
un plan de contingencias para estar preparados ante un eventual aumento de la actividad".
Pillate, que se encuentra a unos
12 km al oeste del volcán, puede oír los rugidos de este todavía. Mientras que en
Baños de Agua Santa, situada al mismo pié del volcán mantiene sus actividades habituales.
Este fin de semana, una erupción volcánica del Tungurahua causó una fuerte explosión, que envió grava hasta la localidad de Pillate, Ecuador. La explosión, que se caracterizó por sonar como el disparo de un cañón, fue seguida mas tarde por un ligero temblor y una pulsación constante de "alta energía", según el informe del Instituto de la Escuela Politécnica Nacional, que no pueden determinar su estado actual debido a la nubosidad acumulada en la cumbre. La mayoría de las observaciones directas se realizan desde el Observatorio Guadalupe, que es el mas cercano a la cima. El Tungurahua, ubicado en la Cordillera de los Andes en Ecuador, mide unos 5.016 metros, y sus erupciones se iniciaron en el año 1999. Desde entonces, el volcán ha tenido periodos de calma, y como ahora, de violenta actividad. El mundo hispano, que esta pendiente ahora mismo del volcán Popocatépelt, también tiene bajo estrecha vigilancia a este volcán ecuatoriano. Javier Mallorga, director del Comité de Operaciones Emergentes (COE) en la localidad de Pelileo, cercana al volcán, señaló que se ha activado "un plan de contingencias para estar preparados ante un eventual aumento de la actividad". Pillate, que se encuentra a unos 12 km al oeste del volcán, puede oír los rugidos de este todavía. Mientras que en Baños de Agua Santa, situada al mismo pié del volcán mantiene sus actividades habituales.
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